VIDEOS MARXISTAS, MATERIALISMO HISTORICO, DIALECTICA, SOCIALISMO CIENTÍFICO. FILOSOFÍA MARXISTA
PACIFISMO BURGUÉS Y PACIFISMO REVOLUCIONARIO
MARX: DIALÉCTICA, HISTORIA Y COLONIALISMOS
HISTORIA DEL MARXISMO:CLASE 1-INTRODUCCIÓN

REVOLUCIÓN SOVIÉTICA


El caldo de cultivo de la Revolución de 1917.-


La Revolución de Octubre fue el más grande acontecimiento del S. XX si atendemos a los cambios increíbles que se posibilitaron en toda la orbe mundial a raíz de su triunfo. Para Rusia sobretodo fue el final de siglos de miseria y opresión hacia el pueblo. Menos el corto periodo de la Comuna francesa, no se había practicado ninguna experiencia alternativa al sistema capitalista dominante.

Un nuevo orden socialista se alumbraba capaz de terminar con la explotación, la miseria y liberar a la clase obrera y campesina. Lejos de producirse tal como lo dejo sentado K. Marx en sus investigaciones en una nación prospera donde los medios de producción estuvieran completamente desarrollados, la Revolución se produjo en un país atrasado, de mayoría campesina, alejado de la posibilidad de desarrollar las fuerzas productivas, aun bajo el yugo del deleznable zarismo. El poder del pueblo enervado, encolerizado supo organizarse en los Soviets para hacer posible su propia liberación.

Todo proceso revolucionario no se produce de la noche a la mañana, tiende a originarse por cambios y vaivenes históricos a lo largo de un periodo de tiempo anterior que dará paso a su concreción en un momento determinado. La Revolución Rusa tiene diferentes antesalas como no podía ser de otra forma, circunscribiéndose estas en periodos, sucesos, acciones colectivas o particulares que marcarían la definición de su puesta en marcha.

A finales del siglo XIX la estructura de la economía rusa se fue alterando como resultado de la incipiente industrialización de ciudades determinadas por mor de las fábricas que empezaban a implantarse de capital inversor extranjero (francés, britanico y áleman para el acero y francesas para el carbón). Los diez años anteriores a la I Guerra Mundial la producción industrial en Rusia se duplico, aunque la productividad era la más baja de Europa al igual que los salarios, por no hablar de las condiciones de trabajo que eran verdaderamente miserables. La disposición fabril era desigual, débil y concentrado en grandes y contadas ciudades. La industria del petroleo era la que tradicionalmente se encontraba Rusia en cabeza y era en este sector donde paradojicamente se encontraban las condiciones de trabajo más deplorables con sistemas anticuados y desfasados. Pronto nacería el germen de una nueva clase social en ciernes en estos puestos de trabajo que se enfrentaría al incipiente capitalismo maquinista.

El proletariado estaba vinculado con el campesinado. La emancipación incompleta de 1861 (La Reforma Emancipadora de la Servidumbre en Rusia fue la primera y más importante de las reformas liberales llevadas a cabo durante el gobierno del zar Alejandro II de Rusia)
Coincidió con la primera ola de la industrialización moderna que siguió a la guerra de Crimea, y muchos campesinos se volcaron a las ciudades en busca de nuevos trabajos.

Al principio el mismo campesino acudía a la ciudad a trabajar por tiempo determinado y se volvía a su casa del pueblo, pero esta realidad cambió pronto al entroncarse en el modo de producción como aprendiz, residente de la ciudad. Acudian a ciudades como Kiev, Moscu, Petrogrado, etc con la idea de prosperar de sus condiciones e miseria del campo, pero no sabían con lo que se iban a encontrar. Las condiciones de trabajo eran muy duras y las leyes prohibían cualquier organización sindical. Ya a partir de 1880 se reconocieron ciertas libertades por parte del gobierno, fruto de la presión de las gentes en la calle. En 1903, veintitrés años después se consiguió legitimar a las asociaciones obreras y un subsidio compensativo por accidente. El movimiento revolucionario iba creciendo aunque le costaba implantarse en la clase obrera.

La creación del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia fue definitoria para concretar esas luchas que empezaban a darse en el interior de los centros fabriles. El congreso se inauguró finalmente en marzo de 1898 en Minsk, con delegados de Petrogrado, Kiev, del Bund, Moscú y Ekaterinoslav. Se tuvo de realizar clandestino, apenas reunió, no obstante, a nueve delegados. Las principales figuras del movimiento se hallaban ausentes; Lenin, Mártov y Potrésov se encontraban presos en Siberia.

El 14 de Mayo de 1896, Nikolái Aleksándrovich Románov, Nicolas II fue proclamado zar de todas las Rusias. En el censo ruso el zar figuraba con la profesión de terrateniente, poseía como propiedad personal más de 6.000 millones de acres, más de la mitad de toda la tierra de Rusia.

Él y otros 130.000 propietarios eran los dueños de 95% del país, un imperio que se extendía desde Alemania al Japón y del Ártico al Mar Negro. La población rusa mayoritariamente era rural, el 85% del total vivía en el campo. Alrededor de la mitad de los campesinos, más en las zonas centrales, eran siervos emancipados de la servidumbre en 1861. Las condiciones de la emancipación fueron restrictivas, los campesinos no obtuvieron ni la plena propiedad de la tierra, ni asistencia económica. Este grupo social estaban desunidos no sabían nada de política, ni de ideas socialistas.

En el reinado del zar Nicolas II seguían produciéndose actos de violencia como método de subvertir el orden establecido burgués tal y como ya ocurrió con reinados anteriores. El abuelo del zar, Alejandro II había sido asesinado en 1881 por un grupo revolucionario que creía en el asesinato revolucionario como único medio para que Rusia alcanzase la libertad, seis años después hubo un atentado contra la vida del padre del zar, Alejandro III, entre los cabecillas estaba el hermano menor de Lenin. Este movimiento insurgente de resistencia se llamo "narodnik", al que sucedería más tarde el Partido Socialista Revolucionario. En la década de 1890 se vieron las primeras huelgas obreras, estos cambios dieron paso a la fundación en 1897 de un partido marxista, el Partido Obrero socialdemocrata Ruso, y por la otra ala apareció el Partido Kadete (Democrata Constitucionalista), fruto de las ideas liberales occidentales que se iban infiltrando en la sociedad rusa al paso de la creación de una clase industrial y financiera creciente.

Los partidos referidos introdujeron nuevas formas de concienciación de la clase obrera y así se comenzó a potenciar las huelgas fabriles como método para conseguir las reivindicaciones obreras. La policía zarista y el ejercito pronto reaccionaron deteniendo, encarcelando, ejecutando y deportando a Siberia a cientos de líderes de los partidos insurgentes (Partido Obrero socialdemocrata Ruso, Partido Socialista Revolucionario). Los socialistas deportados en países europeos tomaron la decisión de fundar un periódico para que sus ideas tomaran relevancia, el periódico se llamó Iskra (en ruso, И́скра, «La Chispa»). La primera edición fue publicada en Leipzig (Alemania) en 1900. Otras ediciones fueron publicadas en Múnich (Alemania), Londres (Reino Unido) y Ginebra (Suiza). En 1903 el periódico estaba dirigido por los mencheviques y fue publicado hasta 1905. La media de tirada fue de ocho mil ejemplares.


Los Soviets, la primera organización de clase.-


En julio de 1903 Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia se reunió en su 2º Congreso en un sórdido salón de actos londinense. Asistieron un total 43 delegados con 51 votos en representación de 26 organizaciones. Los «iskristas» contaban con 33 votos, 24 de los cuales eran «leninistas». Los «antiiskristas» tenían 8 votos y el «centro» tenía 10 votos. El partido estaba dividido en dos partes muy igualadas, los oponentes de Lenin querían aceptar como miembro del partido cualquiera que estuviera dispuesto a apoyarles (Yuli Mártov), pero Lenin y sus partidarios estaban decididos a que sólo se admitieran como miembros del partido a un núcleo de entusiastas que creyeran en el proyecto y no a cualquier oportunista. El grupo de Lenin gano por dos votos, se convirtieron en los Bolcheviques (la mayoría) y los perdedores fueron los Mencheviques (la minoría). Los leninistas quedaron en mayoría a la hora de la elección del Comité Central y de la redacción de Iskra. Plejánov trató de conciliar los bandos e invitó a la redacción de Iskra a los mencheviques, lo que provocó la renuncia de Lenin y la conversión de ese periódico en órgano del menchevismo, mientras el bolchevismo se expresaba desde el Comité Central.


A partir de 1905 la situación se hizo insostenible, el zarismo se encontraba en guerra con Japón (1904-1095), en un conflicto entre dos potencias imperialistas que intentaban ampliar su área de influencia en Manchuria, provincia de China, así como hacerse con la península de Corea.Las consecutivas derrotas infringidas por la ascendente Japón a Rusia en esta guerra junto a la situación revolucionaria en el país constituyó un revés para la autocracia zarista que vio como el pueblo se rebelaba contra esa política guerrera mientras no se atendía las necesidades de la población.

En Octubre de 1905 se reunieron por primera vez representantes de los trabajadores de s. Petersburgo, se autodenominaron "Consejo" que en ruso es Soviet, una de sus primeras decisiones fue convocar una Huelga General. A finales de Octubre con 3 millones de trabajadores en huelga, el zar se vio obligado a hacer concesiones, prometiendo elecciones para una asamblea nacional, pero los huelguistas estaban decididos a resistir y sus lideres propugnaban la desaparición de la monarquía. en Moscu una brigada de bolcheviques apoyada por la multitud levantó una barricada en las calles. La conflictividad aumento tanto que el 15 de enero de este año estalla la huelga en la fábrica Putilov en S. Petersburgo, una planta metalúrgica donde se habían despedido a cuatro trabajadores y por medio de esta acción se reclamaba la reincorporación de los trabajadores y demandas laborales como: la jornada de 8 horas, atención médica, supresión de horas extraordinarias o fijación de salarios mínimos. Las jornadas de protesta fueron dirigidas por el padre Gapón, un sacerdote ortodoxo, al que la masa seguía fielmente.

Se pensó llevar las demandas obreras pacíficamente al Palacio de Invierno el domingo de esa semana, acudieron miles de personas esperando ser recibidos por el zar y lo que encontraron fue una descarga de fusilería que acabó con la vida de cientos de manifestantes en una jornada que terminaría conociéndose como “Domingo sangriento”. A raíz de este hecho se comenzó una oleada de luchas por todo el país por la libertad del Pueblo ruso. Se desataría toda una serie de insurrecciones campesinas durante más de tres años y toda una serie de huelgas en las fábricas. Violentos enfrentamientos entre obreros y militares se sucedían en Riga, Varsovia, Moscú, etc. También se sumaron a las protestas los intelectuales, militares y minorías nacionales. Era el inicio de la Revolución de 1905 que duraría todo un año.


En Junio de 1905 los marineros del Potemkin se amotinaron y pusieron rumbo hacia la ciudad de Odessa donde reinaba la huelga general, convirtiéndose en un símbolo revolucionario. La tripulación de los buques, enviada para cortar el paso al Potemkin se negó a disparar pero no se unieron a los sublevados. La insurrección del acorazado no triunfo pero sirvió para hacer crecer la idea del levantamiento armado. El zar acorralado prometía libertades y la burguesía liberal pretendía apoyarse en el movimiento de masas para sacar provecho. Así firmo el zar el Manifiesto de Octubre, un documento de Seguei Witte para la mejora del orden del Estado. El manifiesto iba dirigido a mitigar el malestar existente en Rusia y contenía garantías para el otorgamiento de libertades civiles para la población: incluyendo la inmunidad personal, la libertad religiosa, la libertad de expresión, el derecho de reunión, y el derecho de asociación; una participación extensa en la Duma; la introducción del sufragio universal masculino; y un decreto que establecía que las leyes no se podían imponer sin el consentimiento de la Duma. El manifiesto fue el precursor de la primera Constitución rusa de 1906.


Por otro lado empezaron a tener fuerte presencia los Soviets (consejo en ruso). El primero se fundó en la ciudad de Ivánovo de fuerte raigambre textil y tenía su base principalmente en los delegados para negociar con los patronos o recaudar dinero para los huelguistas. No tenían nada que ver con partidos políticos, ni tampoco con instancias administrativas oficiales, fueron pura y llanamente el resultado de la organización de las masas revolucionarias en este periodo convulso en cada punto del país.

El soviet convoco a la Huelga general en Octubre de 1905 y envió organizaciones a toda Rusia. Las demandas originales de los huelguistas eran: la reunión de una Asamblea Constituyente, la derogación de la legislación represiva de emergencia, libertades civiles y reducción de la jornada laboral. Hasta la fecha de su disolución fue reconocido por el zarismo el interlocutor de la clase trabajadora. El Soviet declaró la libertad de prensa, editándose periódicos y pasquines, se organizaron patrullas para garantizar la seguridad en las ciudades. El Soviet controlaba el telégrafo, los ferrocarriles y el teléfono en las diferentes ciudades donde estaba implantado.

Se convocó una nueva Huelga general para noviembre para seguir intensificando la presión al zarismo. El Soviet de Petersburgo impulsó estas medidas de confrontación y la policía entro con fuerza represora a disolverlo, los obreros ofrecieron resistencia en Moscú durante 9 días, pero el gobierno zarista termino con sangre el levantamiento armado de Moscú.

El Soviet quedaría en la conciencia obrera de los trabajadores, durante cincuenta días hizo frente a la monarquía autocrática, disputándose el control de la sociedad. Este doble poder debía de dilucidar quien salía victorioso y la reacción gubernativa estaba mejor preparada en esos días sobre la primera revolución rusa.

De esta manera las promesas incluidas en el Manifiesto de Octubre una vez sofocada la revolución se quedaron en casi nada. Se entró en un periodo de 9 años de cambios mínimos que evolucionaron de forma lenta, la administración imperial no le apetecía compartir el poder con la Duma, y los políticos liberales de la nueva institución no presionaban, sometiéndose al poder zarista.


En 1906 Nicolás II trató de apaciguar a los manifestantes, para lo cual creó el parlamento ruso, la Duma, pero ya era tarde puesto que entre la violencia de la represión gubernamental, la guerra ruso-japonesa y la herencia de tantos años de sometimiento hacía imposible la marcha atrás de la emancipación del Pueblo ruso


En marzo de 1906, se eligió y un mes después se convocó la primera Duma. Más de 40 partidos y agrupaciones políticas estaban representados, en tanto que el control estaba en manos de los Kadetes. Se intentó llevar una reforma agraria, en detrimento de la nobleza y el zar hizo valer su privilegio de disolver la asamblea.

La segunda Duma fue elegida y convocada en marzo de 1907. Resulto más hostil que la anterior con el gobierno imperial, en buena parte por la participación de los bolcheviques que propusieron su estrategia en base a la confrontación con la reacción derechista. Se disolvió con más rapidez que la anterior, tras lo cual, contraviniendo las previsiones del Manifiesto de Octubre, el gobierno modificó el sistema electoral a fin de otorgar más representación a la facción derechista.

La tercera Duma, en consecuencia estuvo dominada por los partidos de la derecha y pudo completar su legislatura de 5 años con apenas algunas reformas que en poco ayudaban al pueblo.

La cuarta duma (1912-1917), aún más conservadora que la tercera se concentró en los problemas de la I Guerra Mundial y los inicios de la Revolución de 1917.


La I Guerra Mundial trae la Revolución de Febrero.-


En 1914 la competencia capitalista adquirió una nueva dimensión. La concentración de la producción y del capital fue creando grandes monopolios que fueron desempeñando un papel decisivo en la economía. La fusión del capital bancario con el capital industrial, dio vida al capital financiero. Un puñado de estados poderosos compitiendo entre sí por el control de las materias primas, de las rutas comerciales y los mercados comenzaron a saquear el mundo. Quedo así soldada la división del planeta entre países oprimidos y países opresores. Creció la rivalidad entre los viejos imperios coloniales y los nuevos que se estaban desarrollando. La economía se volvió política y la política estrategia militar, en su disputa por el control global sumió al planeta en la mayor masacre reconocida hasta la fecha como fue la I Guerra Mundial.

La entrada de Rusia en la I Guerra Mundial fue el resultado de su compleja implicación en los asuntos balcánicos y de sus obligaciones derivadas de la alianza de la Triple Entente con Francia y Gran Bretaña. El propósito de Rusia era hacer decrecer la influencia del imperio austrohúngaro en la zona de los Balcanes, que acababan de liberarse del poder Otomano. Cuando Austria-Hungría amenazaron la independencia de Serbia, Rusia quedó impelida a intervenir en su ayuda. Se ordenó la movilización total del ejército pero no hubo declaración de guerra. Alemania, aliada de Austria-Hungría tomó dicha acción como pretexto para declarar la guerra a Rusia, y casi sin demora el conflicto tomo carácter internacional en el momento Alemania le declaró la guerra a Francia, acto que llevo de inmediato a dejar a Gran Bretaña inmersa también en el conflicto.

Alemania, otrora con un fuerte movimiento socialista agrupado dentro de la II Internacional construida bajo el lema “Proletarios del mundo, uníos” se quebró. Bajo el patriotismo imperialista que se exacerbo de forma alarmante en todos los países europeos en conflicto. La socialdemocracia alemana encabezo la traición, con su fuerza formidable de dos millones de miembros, ciento once diputados, grandes sindicatos y una docena de diarios se dejó llevar por los intereses imperialistas burgueses que no por los de la clase obrera. En 1914 todos los parlamentarios socialdemócratas votaron a favor “los presupuestos de la guerra” y sus sindicatos firmaron la paz social, solo se opuso uno de ellos, Karl Liebknecht, quien terminó preso.


La Conferencia de Zimmerwald fue el lugar donde un puñado de socialistas de diferentes países debatieron los resultados de votar favorablemente a la guerra en las filas socialistas. La conferencia debatió principalmente la postura de los socialistas frente a la guerra mundial. La Segunda Internacional se había dividido ante la contienda mundial y la mayoría de los socialistas habían respaldado los esfuerzos bélicos de sus países frente a la solidaridad de clase internacional. La postura minoritaria de oposición al conflicto se reunió en Zimmerwald, donde se dividió en dos fracciones, unos que como Lenin pensaban acabada la II Internacional y querían utilizar la guerra como medio para acabar a nivel europeo con los gobiernos capitalistas a través de guerras civiles auspiciadas por el proletariado y otra mayoritaria dado el carácter pacifista de la izquierda en esos momentos que defendía refundar la II Internacional con intención de alcanzar la paz y mantenerla. La Conferencia de Zimmerwald fue el germen de la Revolución rusa y de la Tercera Internacional.


La guerra generó una gran presión económica y social en Rusia. Los ejércitos padecían considerables pérdidas y estaban deficientemente aprovisionados de armas, municiones y alimentos. Con gran rapidez, la economía rusa acusó los desequilibrios de la guerra. La moral social empezó a quebrarse en 1915 por las dificultades económicas, tras un comienzo patriótico enfervorizado que hizo subir la popularidad incluso del zar. En un año las perdidas alcanzaron los 8 millones de personas entre muertos, heridos y desaparecidos. A tres años de empezada la guerra se sucedían las derrotas del zarismo y las condiciones de vida se hacían insoportables. Entre obreros y campesinos crecía la conciencia de que esa no era su guerra. También en los barcos la radicalización era cada vez mayor. Muchos de estos marineros habían salido en los movimientos revolucionarios de 1905. Las fábricas estaban paradas por falta de combustible, los hombres estaban en el frente, la inflación aumento descomunalmente, los alimentos no llegaban (harina, carne), las colas del pan era un hecho cotidiano, los cortes de electricidad eran constantes.


La Revolución de Febrero de 1917.-

El año 1917 comenzaba potente en febrero con una ola de huelgas en Petersburgo. Las obreras textiles de Petersburgo inician la huelga, en cinco días se suceden infinidad de protestas callejeras y cada vez más fábricas y sectores obreros se suman a la lucha. El movimiento se transforma en huelga insurreccional contra el régimen. Las masas no sólo piden ahora pan, están demandando la salida de la guerra y condiciones dignas de vida. La policía intenta sofocar esta insurrección pero le es imposible, los obreros del barrio de Viborg junto a los soldados más decididos esboza el plan de acción que no pasa más que por la toma del poder por los Soviets que renacían de nuevo. Por otro lado como modo de parar la revuelta, la Duma demandó al zar la formación de un nuevo gabinete que pudiera aspirar a la confianza del pueblo. Nicolás II promulgó un decreto de disolución de la Duma, pero ésta se negó a obedecerlo, y el 27 de febrero asumió el gobierno. Nicolás aislado y sin poder, abdicó el 2 de marzo.


El gobierno provisional en su mayor parte estaba formado por fuerzas burguesas liberales y conservadoras, las cuales habían sido dominantes en la Duma. A los representantes de las fuerzas revolucionarias no les hacía falta esta instancia puesto que ellos disponían de otra mucho más cercana al Pueblo como eran los renacidos Soviets de la Revolución de 1905. El soviet de los trabajadores y soldados de Petersburgo fue por esos días el instrumento mejor engrasado para enfrentar la legitimidad de la Duma conservadora. En los salones del Palacio de Tauride en Petersburgo tenía lugar ahora las reuniones del nuevo Soviet de representantes, 2000 delegados soldados, 800 delegados obreros comenzaban a trabajar como una organización de poder, controlada las subsistencias, la guarnición militar, ocupó el banco el estado, las tesorería, las fábricas de monedas, el transporte, conquisto la libertad para los presos políticos, para los soldados proclamó el decreto número uno que suprimía la humillante disciplina del zarismo. Las masas se sentían respaldadas en el Soviet pero desgraciadamente el poder había quedado en poder de la burguesía.


Los trabajadores habían depositado su confianza en los Soviet sobre los socialistas revolucionarios y los mencheviques, negociaron la formación de un gobierno provisional compuesto por burgueses y monárquicos. Así tras la Revolución un antiguo príncipe termino como ministro. El líder del derechista partido Kadete, Pável Miliukov ministro del exterior, el único personaje con predicamento popular seria Kerensky ligado al Partido socialista Revolucionario, era visto por las masas como su representante dentro del gobierno. El Partido Socialista Revolucionario contaba con mucha popularidad dentro del campesinado, los mencheviques se reivindicaban marxistas pero eran la fracción más conservadora del movimiento, para ellos la atrasada Rusia no estaba preparada para la Revolución socialista, primero habría que hacerla burguesa de desarrollando el capitalismo y la república burguesa. Así dentro de los Soviets ésta era la fuerza mayoritaria seguida de los socialdemócratas, partido escindido en dos grupos mencheviques y bolcheviques, estos últimos encabezados por Lenin que en aquel tiempo seguía deportado.


A finales de Marzo, tres semanas desde la abdicación del zar Nicolas II, Lenin parte desde Suiza en un tren junto a otros 35 exiliados. El tren se puso en movimiento tras las negociaciones entre intermediarios socialdemócratas suizos llevadas a cabo por el interés de Alemania en terminar la guerra con Rusia. Partieron de Zúrich, permitiendo Alemania el tránsito por su territorio hasta Berlín por ferrocarril y, posteriormente, hasta Sassnitz, en la costa báltica; allí se embarcaron en un ferry hasta Malmö, desde donde se trasladaron a Estocolmo. Los permisos para entrar en Suecia fueron fácilmente conseguidos por diplomáticos alemanes. Pocos días más tarde, el grupo reemprende el viaje hasta Petrogrado, donde llegarían el 3 de abril de 1917. Catorce años antes se habían constituido como núcleos principales, pequeños, aislados pero muy bien organizados, se burlaban de ellos llamándolos secta, lucharon contra viento y marea para ser la vanguardia tanto en 1905 como en 1917 y ahora estaban dispuestos a cambiar Rusia. En el mismo tren que les trajo de vuelta a Rusia plantearon cambiar el nombre del partido de Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia a Partido Comunista Ruso, fue una decisión que se plasmaría como oficial en marzo de 1918.


Lenin al poco de llegar de su truculento viaje presenta en el Palacio Táuride. “Las Tesis de Abril”, un cuerpo de ideas basadas principalmente en: rechazar al gobierno de «chovinistas revolucionarios» y a la pretensión de seguir la guerra, reclamación de la proclama “Todo el poder para los Soviets”, reparto de las tierra con la consiguiente reforma agraria, utilizar la guerra mundial como instrumento de clase para convertirla en guerra civil en cada país europeo. El empeño era convertir la Revolución Rusa en una más grande europea.

El 18 de abril 30.000 manifestantes armados se manifiestan en las calles de Petrogrado por el fin de la guerra y por la destitución de Pável Miliukov, el gobierno provisional virado hacia la derecha no respondía a las necesidades del pueblo ruso. Las manifestaciones masivas abren la crisis, la represión se ceba contra los manifestantes. Los partidos conciliadores buscan desviar la movilización, los bolcheviques alientan la presión en la calle y por fin cae el odioso Miliukov, tomando su puesto Kerensky, vicepresidente del soviet de Petersburgo, el cual se rodea de ministros mencheviques.

A mediados de 1917, los Soviets constituían un prototipo en funcionamiento del aparato nacional, regional y local que se esparcía por toda Rusia. En comparación el gobierno Provisional se ceñía a una base de apoyo mucho más estrecha en Pertersburgo y ostentaba un control menos en las zonas rurales.

El potencial del movimiento del Soviet como gobierno nacional se confirmó en el I Congreso Panruso de los Soviets en el mes de junio. El Partido Bolchevique contaba con sólo el 16% de los más de 650 delegados, las posiciones del partido expuestas en el Congreso fueron relegadas. Quedaba patente que el partido bolchevique no tenía todavía la fuerza necesaria para imponer sus tesis.


El verdadero fundamento de la revolución era la solución del problema de la tierra, los trabajadores rusos no habrían podido subir al poder de haber la burguesía arreglado este crucial asunto. El sector de los campesinos ricos tendía a la alianza con la burguesía mientras que los más pobres se inclinaban hacia el proletariado. Así el campesinado era incapaz de desempeñar un papel independiente de las clases fundamentales. El campesinado en bloque seguía al Partido Socialista Revolucionario que planteaba la reforma agraria, o sea el reparto de la tierra contra la gran propiedad terrateniente. En cambio este partido ahora con influencia de poder en el gobierno no cumplía sus promesas. El partido bolchevique defiende el reparto de la tierra y su expropiación a los dueños ancestrales, tanto Lenin como Trostki coincidían en que la toma del poder se tenía que hacer paralelamente a la guerra campesina, si no sería un error llevarla a cabo.


En el mes de junio la revolución de febrero ya había dado todo lo que debía de dar de si, las masas veían que las condiciones de vida habían empeorado y se sentían defraudas, los trabajadores viraban hacia posiciones radicalizadas. En julio los días 3 y 4 en Petrogrado Lenin consiguió movilizar a un grupo importante de marineros y soldados de una de las guarniciones de la ciudad y se dirigen al Palacio de Taurida para exigir a los conciliadores que el Soviet tome el poder, pero no consiguieron sus objetivos en un clima de enfrentamientos. El 5 de Julio la reacción responde deteniendo a los líderes obreros de las manifestaciones y la confiscación de armas aislando a los barrios de la ciudad, acusan directamente a los bolcheviques de complot y complicidad con el estado alemán, responsabilizándolos de la derrota en el frente, se ilegaliza el partido y se pide la captura e la dirección, Lenin debe pasar a la clandestinidad, Trostki junto a otros líderes bolcheviques es encarcelado. La reacción se extiende a todos los ámbitos en defensa de la democracia, se instaura la pena de muerte, los fusilamientos en el frente se prohíbe la prensa opositora, se reprimen todas las acciones campesinas.

La guerra seguía siendo desastrosa para Rusia y desde el gobierno de coalición se intentaba esconder la verdad, la renuncia de cuatro ministros capitalistas profundizó la crisis del gobierno. La flota del Báltico y los marinos de Kronstadt incitan a lanzarse a las calles, la noticia de que 500 dotaciones de ametralladores serían enviadas al frente de guerra agitó a las tropas que respondieron planteando el levantamiento armado contra el gobierno de coalición.

El zar Nicolás II, su familia y sus sirvientes. En total 11 personas, que permanecían presas desde marzo de 1917, fueron fusiladas en Ekaterimburgo en la noche de 17 de julio de 1918.


Kerensky, después de la crisis de julio asume todos los poderes y designa al general Lavr Kornilov su nuevo comandante jefe del ejército, las clases poseedoras apoyan al nuevo gobierno, mientras preparan la contrarrevolución. La reacción levanta la cabeza, en agosto Kornilov lanza un golpe militar contra el gobierno que le permita liquidar a los Soviets y a la Revolución, impotentes ante esta situación, presionados por las masas dispuestas a combatir los partidos conciliadores se ven obligados a devolver una acotada libertad a los bolcheviques. Los bolcheviques, cuyos dirigentes aún se encontraban en la cárcel o escondidos eran los únicos que por su influencia podían las fuerzas para derrotar la contrarrevolución. Aceptan integrar la comisión de autodefensa revolucionaria con la condición de que se entreguen armas, 40.000 fusiles fueron distribuidos entre los trabajadores. La estrategia era clara no apoyarían al comandante golpista y pondrían sus fusiles de parte de Kerensky, pero luego le ajustarían cuentas. Los ferroviarios obstaculizaron las vías, los oficiales son arrestados por sus propios hombres, así el avance de las tropas rebeldes fue derrotado sin combate alguno. Después del lamentable intento de Kornilov las masas giran su postura amigable hacia los bolcheviques. Mientras tanto la provincia y el frente de guerra se iban uniendo más estrechamente a la capital. En el campo se desata la guerra campesina y se extiende por toda Rusia. Los bolcheviques conquistaran la mayoría en los Soviets. En septiembre Leon Trostki, recién puesto en libertad es elegido nuevamente como lo fue en 1905 presidente del Soviet de Petersburgo.


Las cifras no pueden ser mas elocuentes. Desde julio, los comités de fabrica de Petrogrado estaban bajo el control bolchevique y en la III Conferencia de Comités de Fabrica de toda Rusia (17-22 de octubre), mas de la mitad de los 167 delegados eran bolcheviques, quienes cuentan, ademas con el apoyo de 24 socialistas-revolucionarios, los soviets sufrieron también una radical transformación. El 25 de septiembre Trotski fue elegido presidente del Soviet de Petrogrado, donde los bolcheviques tenían la mayoría en el Comité Ejecutivo.

En el soviet de Moscu también se hicieron con la mayoría, logrando 32 puestos en el Comité Ejecutivo de los consejos obreros, mientras los mencheviques obtenían 166. La influencia de mencheviques y socialistas-revolucionarios seguía siendo importante y la mayor parte del campesinado seguía todavía a los segundos, pero el bolchevismo se convirtió en un partido apoyado por millones de trabajadores, soldados y campesinos. En los soviets de las ciudades industriales y en la mayoría de los regimientos los bolcheviques eran mayoritarios.

La creciente influencia de los bolcheviques se aprecia con claridad en los resultados de las elecciones a las Dumas de los barrios de Moscu, donde alcanzaron el 51% de los votos, cuando en las elecciones de junio habían obtenido un 12%.

PARTIDOS
VOTOS
PORCENTAJES
JUNIO
SEPTIEMBRE
JUNIO
SEPTIEMBRE
Socialistas-Revoluc. (Eseritas)
374.885
54.374
58
14
Mencheviques
76.407
15.887
12
4
Kadetes
168.781
101.106
17
26
Bolcheviques
75.409
198.203
12
51

Los planes de Lenin pasaban por el debilitamiento de la Asamblea Constituyente cuya elección y convocatoria constituía el propósito fundamental del gobierno provisional de coalición entre Socialrevolucionarios y derechistas. Se determinó celebrar las elecciones a principios de noviembre, y la convocatoria se fijó para la primera semana de enero de 1918. El 10 de octubre se reúne en Petersburgo en comité central del partido bolchevique y aprueba impulsar la insurrección armada para derrocar al gobierno capitalista, 10 votos a favor y 2 en contra aprueban la resolución (Lev Kámenev y Grigori Zinóviev). La fecha se mantendría en secreto. 

A principios de octubre la flota alemana se encontraba en el golfo Báltico amenazando a los revolucionarios de Petersburgo. Los marinos del Báltico combatieron valerosamente a los enemigos y lanzaron un llamado internacional: “Nuestra escuadra es atacada por fuerzas alemanas superiores y sucumbe en una lucha desigual, ninguno e nuestros buques rehuirá el combate pero no por orden de cualquier despreciable gobernante, combatirán por la conservación de Petersburgo, hogar de la revolución. Oprimidos de todo el mundo levantad las banderas de la insurrección. Los alemanes se apropiaron del archipiélago quedando a las puertas de la ciudad. Kerensky decide evacuar la capital y entregarla sin luchar. La burguesía rusa sentía un odio más profundo por la Petersburgo roja que por los generales alemanes. Los bolcheviques llaman a la defensa de Petersburgo y reclaman “Todo el poder a los Soviets”.


La Gloriosa Revolución Proletaria de Octubre.-

Para el 25 de octubre estaba convocado el II Congreso de los Soviets, la burguesía sabe que propondrá al Congreso que tome el poder en sus manos. En previsión de la lucha inevitable, el gobierno intenta desarmar la ciudad retirando la mayoría de la guarnición hacia el frente. El intento desató la indignación y demostró que Kerensky se preparaba para avanzar contra la Revolución.

La Revolución tenía derecho a pasar a la acción en defensa propia, el Soviet de Petrogrado se niega al traslado de las tropas y emprende el camino de la insurrección. Los bolcheviques impulsaron la creación del Comité militar Revolucionario del Soviet, un organismo que en poco tiempo adquirió un gran poder y se convirtió en la vanguardia de la Revolución de Octubre. A quien se le encargo la coordinación de este Comité fue a Leon Trostki.

En los preparativos de la insurrección participaban directamente centenares de miles de obreros y soldados. El 24 de octubre desde el Palacio de Invierno, el gobierno decide movilizar tropas del frente y otras ciudades para reprimir a la capital, clausura periódicos que incitan a la revolución y apresar al comité Militar revolucionario. Desde el Palacio Smolny, centro de operaciones de los bolcheviques enviaban a los soldados y marineros a los puntos importantes de la ciudad, las imprentas son reabiertas inmediatamente y se publican los periódico prohibidos, emiten contraordenes y frenan el avance de las tropas solicitadas por la contrarrevolución.

El control de los trenes le hace dominar la situación. El gobierno ordena al crucero Aurora partir al frente de batalla, pero sus marineros no acatan la orden y si la hacen de las del Comité de permanecer en la ciudad. A la una de la mañana ocupaban la oficina de telégrafos, media hora más tarde tomaron la de Correos, a las cinco las centrales telefónicas, a las diez de la mañana rodearon el Palacio de Invierno que opuso una débil resistencia hasta que sonaron los cañones del Aurora como momento para tomar el Palacio. El Gobierno Provisional reunido en el Palacio de Invierno fue arrestado de inmediato, Kerensky huyo disfrazado con una limusina a su disposición dejando Petrogrado. La Revolución de Octubre había triunfado y Lenin tenía enteramente el gobierno en sus manos. Los delegados bolcheviques del II Congreso se distribuyeron por toda Rusia para difundir la noticia de la caída del gobierno capitalista.

Tras el triunfo de la Revolución y la dilapidación del gobierno de coalición había preparadas unas elecciones para la Asamblea Constituyente de la Duma, ésta era una instancia que chocaba frontalmente con los Soviets, verdadero poder del pueblo y que en las horas coincidentes con la victoria de la Revolución se estaba produciendo su II Congreso Panruso de Soviets, al Segundo Congreso de los Sóviets acudieron unos 670 delegados electos, de los cuales 300 eran bolcheviques y cerca de cien eran socialrevolucionarios de izquierdas que también apoyaron el derrocamiento de Kerensky. La representación propuesta por los bolcheviques quedó proporcional a las delegaciones: con catorce bolcheviques, siete socialrevolucionarios, tres mencheviques y un menchevique internacionalista (Mártov). Tras unas acaloradas discusiones, con el fondo de sonido los cañones del Aurora disparando al Palacio de Invierno y conociéndose el desenlace triunfante de la Revolución, los partidos opositores al bolchevique intentaron derrotarlos en este Congreso cuando ellos con el apoyo de las masas habían conseguido derrocar al gobierno provisional de coalición. Ante tal situación los delegados moderados abandonaron el Congreso, lo cual facilitó la creación de un Consejo de Ministros bolchevique, los mencheviques abandonaron acto seguido al ver que sus propuestas de conformación de gobierno mixto entre socialistas no eran aceptadas. Los socialrevolucionarios si se mantuvieron en la reunión y tuvieron tiempo de escuchar las noticias que llegaban de las guarniciones y del frente sumándose a la Revolución. Se aprobó el decreto con únicamente dos votos negativos y doce abstenciones. Los socialistas que se habían retirado del Congreso crearon el primer bastión contra el nuevo gobierno con el llamado Comité para la Salvación de la Patria y la Revolución. 

Al día siguiente volvían a reunirse los delegados socialistas para tratar la composición de ese nuevo gobierno, ya con mayoría bolchevique, al que llamaron Consejo de Comisarios del Pueblo. Los socialrevolucionarios declinaron participar si no entraban otros partidos. Lenin presentó a la noche una serie de medidas de gobierno urgentes para tomarlas de inmediato: Decreto sobre la paz, el Decreto sobre la tierra y la formación del nuevo Gobierno. El primero, similar a las propuestas originales de los defensistas rusos, reclamaba el comienzo de negociaciones de paz inmediatas entre las naciones beligerantes con el fin de lograr un fin de las hostilidades que no conllevase indemnizaciones ni anexiones. Debía servir tanto para ganarse las simpatías de los soldados como para tratar de avanzar hacia el fin de la contienda. El Decreto de la tierra ratificó las acciones de los campesinos que se habían apropiado por toda Rusia de las tierras de la aristocracia y de los kuláks, que habían distribuido. La propiedad de la tierra quedaba abolida y los terrenos pasaban a manos de los sóviets para ser distribuidos entre los campesinos de acuerdo a sus necesidades. El decreto se basaba principalmente en el programa político de los socialrevolucionarios de izquierda. Los decretos garantizaban a los bolcheviques el apoyo de estos y además facilitaba la legitimación del nuevo Gobierno ante el campesinado. Todo el gobierno que se aprobó era del ala bolchevique dada la renuncia de los socialrevoluciarios y la composición del nuevo Congreso Panruso tenía mayoría bolchevique con 62 delegados, 29 socialrevolucionarios de izquierda, 6 mencheviques de izquierdas y 4 miembros de otros partidos menores, Kamenev había salido elegido como líder de este congreso. A las 5 a. m. del día siguiente, el Congreso legitimó al Consejo de Comisarios del Pueblo como base de un nuevo Gobierno presidiendo Lenin dicho gobierno, hasta la convocatoria de la Asamblea Constituyente.

Las elecciones para la Asamblea Constituyente se celebraron el 12 de noviembre resultando vencedores los socialrevolucionarios con más del 50% de los delegados de los 703 en total, los bolchevoiques el 24%, el 18% lo consiguieron los mencheviques, el 13% los kadetes y el resto formaciones menores. Los bocheviques dada la dicotomía entre la duma y los Soviets dudaron de su realización pero acataron mantener la fecha aún con la idea de si se oponían al gobierno de los Soviets, sería suprimida. Los socialrevolucionarios estaban bastante desunidos, además de sus desacuerdos habituales tenían los problemas de las delegaciones de según donde provenían, por lo que su unidad era bastante frágil. Los bolcheviques no hubieron obtenido el resultado deseado, aunque sí manejaban el poder en las ciudades más importantes, en el frente de guerra (soldados) y las zonas de influencia de las grandes ciudades.



Eseritas rusos.................................................... 299
Eseritas ucranianos............................................ 81
Eseritas de izquierda.......................................... 39
Bolcheviques..................................................... 168
Mencheviques................................................... 18
Otros socialistas................................................ 4
Cadetes............................................................ 15
Conservadores ................................................ 2
Grupos nacionalistas......................................... 77

Interpretar estos datos como un voto de castigo contra los bolcheviques o como un rechazo del 25 de Octubre, seria una deducción errónea. El análisis pormenorizado de las cifras revela, en primer lugar, que los bolcheviques obtuvieron la mayoría de los sufragios en las principales ciudades y zonas industriales: mas del 45% de los votos en Petrogrado; mas del 50% en Moscu; mas del 64% en Ivanovo ... Asimismo, en las guarniciones del interior y en los frentes mas cercanos a las dos capitales la supremacía bolchevique era clara. La tendencia observada antes de Octubre quedaba plenamente ratificada. 

En segundo lugar, no debemos olvidar que las elecciones se celebraron apresuradamente, con listas de candidatos elaboradas antes de Octubre, cuando todavía no se había producido la entrada de los socialistas-revolucionarios de izquierda en el gobierno y, muy importante, sin que hubiese transcurrido todavía el tiempo suficiente para que el campesinado entendiese el significado del poder soviético. El voto mayoritario del campesinado a los eseritas no puede ser entendido si lo aislamos de estas circunstancias.

El historiador britanico E. H. Carr, en su monumental obra sobre la revolución bolchevique, confirma lo engañoso de los resultados: 

«Los eseritas habían ido a las urnas como un partido único, presentando una lista de candidatos; su manifiesto electoral estaba lleno de elevados principios y miras y, aunque publicado al día siguiente de la Revolución de Octubre, había sido compuesto antes de este acontecimiento y no definía la actitud del partido con respecto a el. Ahora bien, tres días después de la elección, la sección mas amplia del partido había formado una coalición con los bolcheviques y se había separado formalmente de la otra sección que mantenía su amarga enemistad contra estos. La proporción entre la derecha y la izquierda eserita en la Asamblea Constituyente (310 frente a 40) era una cosa fortuita, enteramente diferente de la proporción correspondiente entre los miembros del Congreso de los campesinos, y no representaba necesariamente las opiniones de los electores en un punto vital que no habían tenido ante sus ojos de antemano ..... Las elecciones para la Asamblea Constituyente, si bien no registraron la victoria de los bolcheviques señalaron claramente el camino que a ella había de conducir para los ojos de todos los que supieran mirar».

La verdadera correlación de fuerzas no la expresaba la Asamblea Constituyente, sino el III Congreso de los Soviets de toda Rusia, que abrió sus sesiones del 10 de enero de 1918. De los 707 delegados llegados a Petrogrado, 441 era bolcheviques y el resto mayoritariamente socialistas-revolucionarios de izquierda.

Las primeras decisiones del nuevo gobierno soviético, denominado Consejo de Comisarios del Pueblo, no suponían en modo alguno la desaparición del capitalismo, sino que apuntaban a colocar en manos del Estado determinados sectores de la economía. La principal medida fue, sin duda alguna, el Decreto sobre la tierra, de 26 de octubre de 1917, que abolía sin indemnización la gran propiedad terrateniente. Las fincas de los terratenientes, las propiedades de la Corona y de la Iglesia pasaban a manos de los soviets de campesinos para su distribución entre el campesinado pobre.

La Asamblea Constituyente se reunión el 5 de enero de 1918 en Petrogrado. Tras los resultados electorales se hacía más profunda la divergencia entre soviet y Duma. Los bolcheviques terminaron contando con el apoyo de los socialrevolucionarios de izquierda, finalmente escindidos del partido matriz. La división estaba creada y no había vuelta atrás, todo el camino avanzado no se iba a desandar ahora. El gobierno revolucionario se aprestaba a defenderse de la involución de quienes ostentaba el gobierno con anterioridad. La asamblea Constituyente no reconocía al gobierno revolucionario, el partido Kadete instigaba manifestaciones contra el gobierno revolucionario, éstos fueron declarados ilegales y detenidos sus líderes. La misma mañana del 5 de enero se convocó una manifestación en la que hubo disturbios y el ejército hubo de disolverla, se contabilizaron 8 muertos. Los Socialrevolucionarios seguían presionando en las calles y hasta el mismo Kerensky escondido en la ciudad pidió a sus compañeros aparecer en la Asamblea Constituyente. En la Asamblea las propuestas bolcheviques apoyadas por los socialrevolucionarios de izquierdas decayeron, desde la elección del presidente de la Asamblea hasta la resolución “Declaración de Derechos del Pueblo Trabajador Explotado”. Fiódor Raskólnikov, leyó una declaración preparada en la que acusaba de contrarrevolucionarios a los socialrevolucionarios y los bolcheviques abandonaron el palacio. Tras una reunión de gobierno (Consejo de Comisarios del Pueblo) con sus aliados decidieron disolver la Asamblea sin utilizar la violencia, mediante un decreto del gobierno (Sovnarkom) que fue ratificado por el Comité Ejecutivo Central Panruso.


Dos días más tarde, se reunió el III Congreso de los Soviets, formado por una abrumadora mayoría de bolcheviques y socialrevolucionarios de izquierda que aprobaron las propuestas del Sovnarkom, incluyendo la Declaración de Derechos del Pueblo Trabajador Explotado. La polarización de las posiciones derivaron a un conflicto como la guerra civil rusa en apenas unos meses. De todo este conflicto la población sacó en claro varios aspectos siempre reivindicado, los campesinos habían obtenido la tierra, los soldados habían conseguido el armisticio y los obreros habían logrado la supervisión de las fábricas y otras concesiones por obra del gobierno, por lo que la Asamblea Constituyente era más bien defendida por los intelectuales y gente de orden, no teniendo el apoyo del pueblo mayoritariamente que veía a los Soviets como un poder más cercano. Quedaba claro que el gobierno revolucionario no iba a dejar el poder sin pelear y que la oposición se aprestaría a desbancarlo de cualquier manera.



La Guerra civil rusa.-



Los primeros núcleos de respuesta antibolchevique surgieron a principios de 1918. El área más importante era el sur de Rusia, que constituía la base del ejército blanco. Este comprendía un ejército de voluntarios, creado alrededor de oficiales no socialistas a las órdenes de Kornilov, junto a los Kadetes. Dicha área también constituía la base de dos gobiernos cosacos recién creados, uno en el Don y el otro en la región del Kuban. Poco a poco se fueron sumando algunas zonas y regiones como Siberia, los Urales y en la región del Volga a finales de mayo-principios de junio de 1918, sus representantes conformaron una coalición llamada “Suprema Autoridad Panrusa”. Después de la caída del Directorio de Ufá o “Suprema Autoridad Panrusa” pos desavenencias políticas entre ellos. Chernov presentón una alternativa contra bolcheviques y “la Suprema Autoridad Panrusa” ya extinguida y el liberal derechista Movimiento Blanco, pero los Socialrevolucionarios pensaron ir por su cuenta en la lucha, el partido siempre fracturado, empezó a desintegrarse. En febrero de 1919, el Comité Central de los Socialrevolucionarios decidió que dejaban de enfrentarse a los bolcheviques por medio de la lucha armada.


El 3 de marzo de 1918 los bolchevique firman un Tratado de paz en Brest-Litovsk con Alemania que haría salir a Rusia de la guerra tal y como habían prometido, y en el que deben ceder grandes territorios. A raíz de esto el 30 de agosto de 1918 después de un mitin en una fábrica de Moscú, el presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, Lenin fue herido gravemente en el hombro. Le disparó Fanni Kaplán, militante del partido de socialistas revolucionarios, autores de muchos actos de terror en la época del Imperio ruso.

La primera intentona para tomar el poder contra los bolcheviques fue el Levantamiento Kérenski-Krasnov en octubre de 1917, tuvo el apoyo del amotinamiento de cadetes militares en Petrogrado, se trató en un primer instante de desautorizar al gobierno revolucionario recién tomado el poder. Las fuerzas de la reacción, lejos de admitir su derrota desataron una guerra civil sin piedad contra la Revolución que duró 4 años (1918-1922). Los imperialistas que se habían enfrentado en la guerra se unían ahora en una gran coalición antirrevolucionaria por miedo a se extendiese la revolución a escala global (Estados Unidos, Japón, Francia, Imperio británico, Grecia, Checoslovaquia, Reino de Italia, Reino de Rumania, Reino de Serbía, etc). 21 ejércitos extranjeros invadieron la Rusia de los Soviets, apoyaron y financiaron a las fuerzas burguesas zaristas del ejército blanco. El ejército rojo fue creado por Trosky para acabar con esas facciones retrogradas, uno a uno hizo retroceder a los enemigos de la Revolución, con un número de 5 millones de soldados revolucionarios fundo la alianza obrera y campesina ensamblada en esta milicia. Por primera vez el Pueblo ruso sí luchaba por su interés en una guerra.

La contrarrevolución interior y exterior desencadena la guerra civil en 1918. Las insurrecciones armadas de los generales del antiguo ejercito zarista fueron acompañadas de la intervención de las potencias de la Entente para derrocar el gobierno bolchevique; un gobierno que había firmado la paz con Alemania y se negaba a reconocer las deudas contraídas por el régimen zarista. En marzo de 1918 desembarcaron en Murmansk tropas anglo-francesas, ocupando Arkangel en el mes de agosto. A principios de abril los japoneses desembarcaron en Vladivostok y a finales de junio lo hicieron los estadounidenses. En el verano de 1918 los bolcheviques solo controlaban las provincias centrales del país, con una población de 60 millones de personas.

La mayoría de los contrarrevolucionarios iniciales eran fuerzas que apoyaban al gobierno derechista provisional, cosacos a los que se fueron sumando zonas geográficas de Rusia como Siberia, los Urales y la región del Volga, también se involucraron partidos contrarios al gobierno revolucionario.


La región del Cáucaso también rechazó a los bolcheviques, y en Georgia, Armenia, y Azerbaidzhan surgieron gobiernos socialistas contrarios. Ucrania siguió un camino diferente al proclamarse república independiente. Algunos movimientos como el Verde con su ejército intentaban sobrevivir coqueteando con una facción u otra.

A principios de la primavera de 1918 los partidos Kadete y Socialrevolucionario tras la firma de Paz en el I GM pasan a luchar contra los bolcheviques, podrían haber sido importantes y claves en la guerra civil pero no tenían armas. La Legión Checoslovaca terminó por acudir en ayuda de la contrarrevolución democrática. La Legión Checa había sido parte del viejo ejército ruso y para octubre de 1917 se habían alistado alrededor de 30.000 hombres, en su mayoría exprisioneros de guerra y desertores del ejército austro-húngaro. Esta milicia si puso en problemas al ejército de la Revolución en el este de Rusia.

A mediados de 1918 los bolcheviques cambiaron su nombre, tal como habían quedado en el tren que trajo a Lenin a Petrogrado, por el de Partido Comunista Ruso y trasladaron la capital de Petrogrado a Moscú. Durante la primera parte, la suerte estuvo del lado de los ejércitos blancos, sus fuerza inferiores a la de los ejércitos rojos estaban apoyadas por los imperialistas, bajo las órdenes del general Anton Denikin se imponían en un primer momento. Hacia finales de 1918 los comunistas estaban ascendiendo. Las victorias iniciales de los ejércitos blancos empezaban a ceder y el ejército rojo organizado alrededor de Trostki se iba imponiendo. El legendario tren de Trostki se movía por cualquier punto de Rusia llevando a las tropas las tácticas, organizando a la tropa y subiendo la moral a los soldados. Para el ejército rojo un armisticio con Alemania suponía recuperar muchas tropas que simpatizaban con la Revolución.

El gobierno de Rusia del Sur que había evolucionado a partir del Ejercito de Voluntarios, logró varias victorias sobre el Ejército Rojo durante el invierno de 1918-1919, pero estas fueron sus últimas acciones positivas. Incapaz de mantener el esfuerzo, los blancos tuvieron que retirarse en el sur y se desbandaron en Siberia. Los gobiernos socialistas de oposición, siempre desunidos y débiles habían caído para aquel entonces la Republica Transcaucasica estaba en peligro. El gobierno de Rusia del Sur concentró toda su fuerza en defender Crimea a las órdenes de Wrangel, pero se vio forzado a retirarse a Estambul por el empuje del Ejército Rojo en primavera de 1920.

En las filas del partido se instauró el “comunismo de guerra” otorgando prioridad al Ejército Rojo. Mientras los bolcheviques controlaban las principales regiones industriales, también estaban relativamente bien equipados. Los mejores sistemas de comunicación, en particular los trenes, estaban bajo el control de los bolcheviques, permitiendo que tanto los soldados como los suministros necesarios fueran velozmente transportados al campo de batalla.

Los comunistas aun tenían que sofocar la resistencia de algunas zonas rurales. Producto del “comunismo de guerra” al que se vieron forzados en el gobierno revolucionario a partir de 1917 a 1921 para hacer frente sobre todo a la guerra civil que estaban soportando, tuvieron que requisar cosechas enteras y alimentos al campesinado para alimentar a las tropas. Por otro lado el medio rural era más propicio a los socialrevolucionarios por lo que no le pusieron nada fácil las cosas al gobierno bolchevique. Aparecieron muchos focos de resistencia anticomunista, que terminaron por provocar insurrecciones en diferentes provincias (Región del Volga y Siberia, Kronstadt, Tambov, Yakutia). A finales de 1921 todos estos focos insurgentes reaccionarios estaban sofocados y controlados por las autoridades revolucionarias, de este modo se acabó con el último resquicio de freno a la Revolución.

La hambruna que asoló Rusia en 1921, producto de las continuos conflictos bélicos y de la sequía brutal que se sufrió en esa época hizo a Lenin repensar la política económica y decretar la “Nueva Política Económica” el 15 de marzo de 1921, formula por la cual se permitía el establecimiento de algunas empresas privadas. La NEP permitió que pequeñas producciones agrícolas e industriales pudieran disponer de un sobrante de la producción para poderlo vender por su cuenta, obteniendo un beneficio complementario después de pagar una determinada proporción de sus impuestos al gobierno. Mientras el Estado seguía controlando el comercio exterior, los bancos y las grandes industrias. Esta política económica permitió salir del estancamiento productivo e impulsó el comercio y avivando los intercambios incluso con el extranjero. Como comentó Lenin en cierta ocasión “Hemos retrocedido un paso para después avanzar dos”. Fue un "repliegue estratégico" en la construcción del socialismo justificado por el atraso económico de Rusia. En aquel entonces apareció lo que fue llamado como “la crisis de las tijeras”, que no era más que los desajustes provocados por la N.E.P basados principalmente en el crecimiento desproporcionado del campo con respecto a la ciudad, las fábricas elevaron sus precios para continuar obteniendo beneficios, de este modo los campesinos para poder obtener los productos manufacturados tenían que producir más y se bajaban los precios, a la vez que subían los productos industriales, finalmente los campesinos retenían trigo especulando para que se incrementara el precio.

Con la NEP, el comercio privado fue legalizado y miles de pequeñas industrias volvieron a ser explotadas por empresarios en régimen de arrendamiento. Se restringieron las emisiones de papel moneda y se consiguió la estabilidad monetaria. Los efectos no se hicieron esperar. La producción comenzó a incrementarse, se restablecieron los mecanismos de intercambio entre el campo y la ciudad y se superaron los niveles de Renta Nacional anteriores a 1914. La producción de la gran industria, que se situaba en 11.000 millones de rublos en 1913, alcanzo la cifra de 16.800 millones en 1928, tras haber descendido a 1.700 millones en 1920 (precios de 1926-1927). Como en tantas ocasiones, Lenin había tenido razón frente a los detractores de la NEP. La economía había salido del profunda pozo de 1921, pero los efectos negativos también se acumularon.

Las diferencias sociales aumentaron en el campo, que tendió a polarizarse entre una capa de campesinos acomodados, los kulaks, que arrendaban tierra y contrataban mano de obra asalariada, y la inmensa masa de campesinos con pequeñas parcelas. Aparecieron también comerciantes enriquecidos y especuladores, conocidos como «los hombres de la NEP». La revolución entró en un callejón de difícil salida a finales de los años veinte. El crecimiento económico era innegable, pero a costa de generar crecientes tensiones sociales.

Pronto el gobierno de la Revolución se encontraría con otro dilema que resolver. La salud de Lenin comenzó a empeorar a fines de 1921. En marzo del año siguiente asistió por última vez a un congreso del partido, en el que fue elegido Stalin secretario general de la organización.  En Abril se le intervenía quirúrgicamente para extraerle las balas que continuaban alojadas en su cuerpo desde el atentado sufrido en 1918. Se recupero bien de la operación, pocas semanas después  sufrió un cruel ataque de apoplejía que, por un tiempo, le deja sin habla e invalido de la parte derecha de su cuerpo. En junio se restablece  y da el impulso a la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En diciembre comienza su declinar irresoluble sufriendo un segundo ataque de apoplejía, el cual le imposibilita de moverse y por tanto de participar en la vida política. Una serie de cartas son redactadas con la última de sus energías, dejando el legado político para la nación, serian conocidas como “El Testamento de Lenin”  y donde expresa su gran temor ante la lucha por el poder entablada entre Trotski y Stalin en el seno del partido. El 21 de enero de 1924 una hemorragia cerebral acabó con su vida.

Para el 26 de Enero de 1924 había preparada una sesión conmemorativa del Congreso de los Soviets de la Unión, allí Stalin lanzó hacia el camarada fallecido un discurso de extrema devoción con palabras muy sentidas. Se tomaron varias decisiones: la primera llamar a Petrogrado con el nombre de Leningrado en homenaje al camarada desaparecido, la otra fue robustecer al partido a través de una adhesión masiva (Alistamiento Lenin) de trabajadores de base, algo que Lenin había escrito y que Trotski lo pedía incesantemente. Bien es verdad que Lenin pensaba el partido como un grupo reducido capaz de revolucionar el estado de las cosas con su capacidad consciente y provocar los cambios necesarios. En 1920 se suponía que el 53% de los miembros del partido trabajaban en instituciones soviéticas de un tipo u otro y que el 27% estaban en el Ejército Rojo.  El alistamiento Lenin también fue acompañado de una purga de miembros indeseables.

El 22 de mayo de 1924, en reunión del Comité Central, se decide por unanimidad la continuidad de Stalin como Secretario General del Partido Comunista.  30 votos a favor contra 10 aprobaron la no lectura  del “Testamento”  en el 13º congreso del partido y darlo a conocer exclusivamente a los jefes de las delegaciones. Entre los aspirantes al poder Stalin y Trotski eran las figuras más importantes. Stalin había ascendido gracias a una excepcional capacidad de organización y a una fiel obediencia a Lenin, quien lo había formado como su posible heredero. Trotski había surgido como un dirigente carismático, especialmente entre los militares un ideólogo que unas veces se complementaba con Lenin y otras disentía de él. Stalin se interesaba por el desarrollo de las Revolución en Rusia, mientras que Trostki sustentaba la idea de que la Revolución tenía que ser expandida fuera de las fronteras de Rusia.

Stalin gozó de ventaja desde el principio, era el favorito de Lenin y controlaba todos los nombramientos dentro del partido. Poco antes de su muerte, Lenin retiró su apoyo a Stalin como sucesor, pero no señaló a nadie en su defecto. No resultó claro si en ese repudio fue la última manifestación de su estado consciente o signo de la confusión propia de su enfermedad terminal. En cualquier caso, no tuvo ningún efecto en el partido. Stalin robusteció su posición con una orquestación magistral del funeral de Lenin, y un memorable discurso en el cual se autodesigno como sucesor de Lenin.

Lenin había sido un teórico excepcional, en su cabeza se ordenaron las ideas para llevar a cabo la gran Revolución rusa, en cambio conseguido esto le era bastante complicado concebir la estructuración del nuevo estado. Stalin en cambio demostró tener la visión y la determinación de dar forma al Estado y sistema soviético tal como se conocería adaptándolo el leninismo a esa imagen.

Stalin fue consolidando gradualmente su posición entre 1924-1927, mientras el partido debatía el curso que iba a seguir tras la muerte de Lenin. Un grupo encabezado por Stalin como dirigente y Bujarin como ideólogo, apoyaba seguir adelante con un programa de compromiso pragmático con la NEP. Otro, encabezado por Trotski, propugnaba un programa radical, no muy distinto de regresar al “Comunismo de Guerra”, junto con una mayor centralización de la organización del partido y una mayor disciplina interna. El primer grupo controlaba el Comité Central y el Politburo del partido; el segundo fue llamado “oposición de izquierdas” . La oposición de Trotski  procuraba movilizar al proletariado moscovita, pero fracasó debido a la indiferencia de los trabajadores. Dicho fracaso puso en evidencia que Trotski había dejado de ser un jefe carismático, aun cuando conservaba mucha influencia en los cuadros del partido. Stalin logró erosionar la influencia lanzando “el alistamiento Lenin”, que llegó a duplicar los miembros hasta alcanzar más e un millón. Al controlar los procesos de elección que estaban detrás de las campañas de afiliación, Stalin consiguió robustecer su imagen dentro del partido. A mediados de 1927, Stalin acusó a la oposición de izquierdas de conspirar para dividir al partido y llevo adelante una purga de sus afiliados, incluyendo al mismo Trostki. Este último fue desterrado y luego deportado de la Unión Soviética a principios de 1929. Con esta jugada magistral se aseguraba ser el único e indiscutible líder del Partido comunista y de la URSS.


En el aspecto económico a finales de 1927, Stalin hizo público su programa para el desarrollo económico y la ingeniería social de la Unión. Se basaba en el concepto de la economía planificada: las estrategias y objetivos para el desarrollo nacional iban a ser formuladas por los organismos de planificación central y la afiliación y el cumplimiento de los planes iban a tener carácter vinculante para la industria. La economía planificada operaría sobre la base de planes quinquenales sucesivos y específicos para cada sector de la industria y las empresas soviéticas.

El primer plan quinquenal autorizado para 1928, apuntaba a dos objetivos importantes: la introducción de la revolución industrial y la colectivización de la agricultura. La revolución industrial comprendía la total reestructuración de la industria base del país, una expansión intensiva de la pesada  y manufacturera y una concentración del nuevo desarrollo industrial en los Urales y Siberia occidental. La colectivización era un objetivo con una doble finalidad. Primero la URSS se iba a transformar en un estado industrializado moderno y autosuficiente. Segundo, el simultáneo crecimiento del proletariado expandiría la base de esta clase. Esto supondría un cambio radical puesto que la Unión soviética todavía era un país campesino. Todos los cambios que estas políticas trajeron consolidaban la idea de realizar el Socialismo en un solo país al potenciar todas las posibilidades de una gran nación como la recién creada URSS. En el periodo que nos ocupa se realizaron tres: primer plan quinquenal (1928-1932); segundo plan quinquenal (1933-1937) y tercer plan quinquenal (1938-1942), que no pudo concluirse al producirse la agresión de la Alemania nazi.

1928
1940
CARBÓN (millones toneladas)
35,5
165,9
PETROLEO (millones toneladas)
11,6
31,1
ELECTRICIDAD (mil millones kw/h.)
5,0
48,3
ACERO (millones toneladas)
4,3
18,3
CEMENTO (millones toneladas)
1,5
5,7
FERTILIZANTES. MINERALES (millones toneladas)
0,1
3,2
TRACTORES (mil unidades)
1,3
31,6

Los resultados fueron asombrosos. La Renta Nacional se incremento en un 86% durante el primer plan y otro 110% en el segundo, es decir, en diez años se multiplico por cuatro. Cuando el tercer plan quedo interrumpido por la guerra, ya se había incrementado en una tercera parte. En conjunto, la Renta Nacional paso, en miles de millones de rublos, de 24.4 en 1927/1928 a 128 en 1940. La producción industrial, que suponía el 34,8% de la producción total del país en 1928, alcanzo el 62,7% en 1940. Se construyeron cientos de fabricas y enormes presas, surgieron nuevas regiones industriales y se edificaron ciudades. Una revolución económica, pero también una revolución cultural y educativa. La red escolar se extendió y el analfabetismo fue erradicado. La Universidad se abrió a los trabajadores y cientos de miles de técnicos y especialistas se formaron en pocos años. 

Las colectivizaciones de la agricultura iban a remodelar el campesinado de acuerdo al modo de producción comunista. Esta era una tarea ímproba por todo el devenir que con este sector habían tenido la Revolución. Habían reaccionado con cierta satisfacción a la NEP y el aumento de la producción privada permitía restablecer el normal aprovisionamiento y suministro de alimento. El nuevo plan quinquenal desechaba la iniciativa privada permitida por la NEP. Todas las comunidades campesinas y los poseedores de tierras serían absorbidos en granjas colectivizadas, que serían dirigidas como complejos industriales bajo la administración centralizada del gobierno. Las instituciones locales quedarían suprimidas y se borraría cualquier desnivel económico uqe pudiera permanecer en la sociedad campesina. El último objetivo, una vez más, tenía una doble finalidad. Primero, el nuevo complejo industrial agrícola haría crecer la producción y la capacidad rural de abastecimiento de alimentos. Segundo, la mayor resistencia rural pasiva al comunismo sería controlada al acabar con el estilo habitual de vida campesina, reemplazándolo por un sistema cuasi industrial centralizado en el estado. De este modo los cimientos de la revolución comunista estaban edificándose de forma correcta.

Si fijamos nuestra atención en el tema educativo, el avance fue espectacular. En 1914, Rusia tenia 150 millones de habitantes, aproximadamente, y su tasa de analfabetismo se situaba en el 70,5% de la población, aunque hay autores que elevan esta cifra hasta el 80%.La revolución de Octubre abrió una etapa de inmensas transformaciones e innovaciones en el ámbito cultural y pedagógico, cuyo objetivo prioritario fue la lucha contra el analfabetismo y la elevación del nivel cultural de las masas, pero la guerra civil y la posterior reconstrucción del país dificultaron enormemente esa tarea.

El censo de 1926 arrojaba una cifra de población de 147.027.915 habitantes. Sabían leer y escribir el 39,6% de la población. En los hombres la tasa alcanzaba hasta el 50,8% y en las mujeres descendía hasta el 29,2%. En Ucrania, la población alfabetizada llegaba al 44,9 %, pero en Uzbekistan bajaba hasta el 17,7%. Este panorama cambia radicalmente con el inicio del Primer Plan Quinquenal (1928-1932). La política escolar, en consonancia con el impulso industrializador, se orienta hacia la rápida liquidación del analfabetismo, la escolarización obligatoria, la formación de especialistas y la cualificación técnica de los obreros.

Los resultados fueron impresionantes. De 1930 a 1932, en las «escuelas de liquidación del analfabetismo» estudiaban treinta millones de personas. En 1941, el número de «escuelas de diez años», en las que era posible cursar el ciclo completo de estudios primarios y secundarios se había multiplicado por diez respecto al primer plan quinquenal. La red escolar se extendió por todo el país y «el analfabetismo estaba a punto de desaparecer». El alumnado en establecimientos de enseñanza secundaria ascendía a 977.787 personas en el curso 1928-1929, mientras que en los años 1933-1934 paso a 2.011.798 alumnos.


El trepidante ritmo de la industrialización exigía una ingente formación de cuadros técnicos y obreros especializados. Entre 1928 y 1932 se formo anualmente una media de 72.000 especialistas por las escuelas técnicas y 42.500 por las escuelas universitarias, frente a una media de 18.000 y 32.000, respectivamente, durante los años de Nueva Política Económica(NEP), que abarco el periodo 1921-1928. En cuanto a los estudiantes de enseñanza superior, su numero era de 112.000 en 1914; 176.000 en 1929 y 675.000 en 1941. A la altura de 1937 había en la URSS 1.750.000 jefes de empresas, centros administrativos e instituciones culturales; 250.000 arquitectos e ingenieros y 822.000 economistas y estadísticos. Frente a las 78 Universidades y Escuelas Técnicas de 1914, en 1939 funcionaban 449 establecimientos de enseñanza superior.

En un periodo de doce años, el comprendido entre 1929 Y 1941, la URSS fue capaz de superar su secular atraso cultural y científico y colocarse en una situación equiparable a las grandes potencias capitalistas. Y no fue el menor merito de este esfuerzo educativo el formar una generación de técnicos, ingenieros y científicos que colocaron a la Unión Soviética en un nivel militar que hizo posible su victoria sobre la Alemania nazi en la II Guerra Mundial.

Las primeras decisiones del nuevo gobierno soviético, denominado Consejo de Comisarios del Pueblo, no suponían en modo alguno la desaparición del capitalismo, sino que apuntaban a colocar en manos del Estado determinados sectores de la economía. La principal medida fue, sin duda alguna, el Decreto sobre la tierra, de 26 de octubre de 1917, que abolía sin indemnización la gran propiedad terrateniente. Las fincas de los terratenientes, las propiedades de la Corona y de la Iglesia pasaban a manos de los soviets de campesinos para su distribución entre el campesinado pobre.

De acuerdo con el «mandato campesino», el derecho de propiedad privada sobre la tierra quedaba suprimido y se reconocía el usufructo de los que la trabajaban. Esta redistribución agraria satisfacía las aspiraciones del campesinado, pero impedía la creación de una agricultura socialista al consolidar una inmensa masa de pequeñas haciendas familiares. Las principales empresas, la banca, el comercio exterior y los ferrocarriles fueron nacionalizados, mientras que el comercio interior seguía en manos privadas y en las pequeñas y medianas industrias se establecía el control obrero.

Todas las categorías de la industria fueron nacionalizadas y el Estado se encargo de la distribución de mercancias, estableciendo el racionamiento con carácter de clase. La emisión de grandes cantidades de papel moneda genero una enorme inflación y devaluó el rublo hasta tal punta que los intercambios monetarios llegaron a ser sustituidos por el intercambio en productos y el trueque. Aunque algunos bolcheviques consideraron que la desaparición del mercado y del dinero eran signos inequívocos del fin de la sociedad capitalista y de la instauración de una sociedad comunista, Lenin tuvo que aclararles que el hambre, las privaciones y el racionamiento poco tenia que ver con el comunismo, cuya base material seria un gigantesco incremento de las fuerzas productivas capaz de hacer realidad el objetivo «de cada uno según su capacidad y a cada uno según sus necesidades».

Asombrosos fueron también los resultados económicos de los tres primeros planes quinquenales. La Renta Nacional se incremento en un 86% durante el primer plan y otro 110% en el segundo, es decir, en diez años se había multiplicado por cuatro. Cuando el tercer plan quedo interrumpido por la guerra, ya se había incrementado en una tercera parte. En conjunto, la Renta Nacional paso, en miles de millones de rublos, de 24,4 en 1927/1928 a 128 en 1940. La producción industrial, que suponía el 34,8% de la producción total del país en 1928, alcanzo el 62,7% en 1940.

Se construyeron cientos de fabricas y enormes presas, surgieron nuevas regiones industriales y se edificaron ciudades. Trotski califico a Stalin de «enterrador de la revolución», pero lo que ocurrió en la URSS en los años treinta difícilmente puede tener otro significado que no sea el de revolucionario. Una revolución educativa, pero también una revolución contra la NEP y la pequeña economía campesina. La planificación económica y la colectivización del campesinado fue una segunda revolución que removió a fondo las estructuras sociales del país.

La maquinaria de guerra soviética contra el fascismo. II Guerra Mundial.-



En la primavera de 1941 Hitler es dueño de Europa. Desde el comienzo de la guerra mundial el l de septiembre de 1939, los ejércitos alemanes han ocupado Polonia, Noruega, Dinamarca, la Francia atlántica, Grecia y Yugoslavia. Alemania cuenta con la alianza de Italia, Hungría, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia, y algunos países oficialmente neutrales, como Suecia y España, colaboran activamente con el gobierno nazi. Sólo Inglaterra resiste, sometida a duros bombardeos y al bloqueo de la guerra submarina. Es ahora cuando Hitler decide acometer su gran objetivo militar, que no es otro que el del capitalismo alemán: la conquista de la Unión Soviética. El 22 de junio de 1941 un gigantesco ejercito de 5 millones de soldados, en el que se incluyen fuerzas húngaras, rumanas, finlandesas e italianas, inicia el ataque contra la URSS. En los tres primeros meses de lucha los soviéticos sufrieron continuas derrotas y los alemanes ocuparon las repúblicas bálticas, Bielorrusia, Moldavia y casi toda Ucrania.


A finales de noviembre de 1941, los soviéticos habían perdido un territorio que contenía el 63% de toda la producción de carbón, el 68% del lingote de hierro, el 8% del acero, el 60% del aluminio, el 41% de las lineas férreas, el 84% del azúcar, el 38% de los cereales y el 60% de la ganadería porcina. En 1942 los alemanes ocuparon el norte del Caucaso y la región del Don, llegando a Stalingrado, lo que suponía la perdida del resto de las mejores tierras cerealistas que le quedaban al poder soviético y la interrupción temporal del suministro de petróleo desde Baku. 

Las plantas industriales se instalaron lejos del frente, en los Urales (667 empresas), Siberia Occidental (244), Asia Central y Kazajastan (308), e inmediatamente comenzaron a fabricar cantidades ingentes de armamento. Nunca se había hecho nada parecido en país alguno. La industria de guerra fue reorganizada bajo la autoridad del Comité Estatal de Defensa, presidido por Stalin y sus miembros fueron enviados a los sectores clave para establecer las prioridades y reorganizar el aparato industrial en función de las necesidades bélicas. Los resultados no se hicieron esperar y a partir de 1942 las cifras de producción comenzaron a mejorar:

los datos estadísticos son abrumadores. Sobreponiéndose a una situación pavorosa, entre julio y noviembre de 1941 fueron desmontadas y transportadas hacia el este del país 1.523 empresas industriales, y 10 millones de personas fueron evacuadas ante el avance alemán. En solo 19 días, del 19 de agosto el 5 de septiembre, se sacaron de la siderurgia «Zaporozhstal» 16.000 vagones cargados de maquinaria.

1940
1941
1942
1943
1944
1945
Fundición de Hierro (millones de toneladas)
14,9
9,1
5
5,5
7,2
8,8
Acero (millones de toneladas)
18,3
11,4
4,8
8,4
10,8
12,2
Laminados (millones de toneladas)
13,1
11,4
5,4
5,6
7,8
8,4


Producción comparada de armamento durante la II Guerra Mundial



Producción de aviones
Alemania
Unión Sovietica
1940
10.247
-----
1941
12.400
3.950
1942
15.409
25.437
1943
24.087
34.900
1944
37.950
40.300
Producción de carros de combate
1940
2.200
2.794
1941
5.120
4.742
1942
9.395
24.668
1943
19.885
24.900
1944
27.300
29.000
Producción de carros de artilleria
1940
5.500
-----
1941
7.000
-----
1942
12.000
29.561
1943
27.400
130.000
1944
41.000
122.000

Fue esta base material la que permitió frenar a los alemanes a  las puertas de Moscu en el invierno de 1941 y, posteriormente, vendrían las victorias soviéticas de Stalingrado (noviembre de 1942-febrero de 1943), Kursk (5-13 de julio de 1943), la ruptura del cerco de Leningrado (enero de 1944) y tantas otras. A la altura de 1944 era evidente que el ejercito soviético estaba en situación de ganar la guerra con sus propias fuerzas y liberar toda Europa después de haber expulsado a los alemanes de suelo ruso. Fue entonces cuando los Estados Unidos decidieron abrir un segundo frente y desembarcar en Normandia.

La planificación durante la contienda se encargo a Nikolai Voznesenski, un economista que había sido nombrado jefe del GOSPLAN (Comisión de Planificación del Estado) en 1938. Los planes de producción se diseñaron con periodicidad anual, trimestral y mensual, y todo el país se convirtió en un campamento de guerra con el único objetivo de alcanzar la victoria.

En 1943, la URSS produjo 34.900 aviones, 24.000 carros de combate y 130.000 cañones. En 1944 las cifras se elevaron a 40.000 aviones, 29.000 carros y 122.000 cañones. Según las cifras proporcionadas por la publicación oficial Istoria velikoi otechestvennoi voini, 1941-1945, la industria soviética produjo durante la guerra 489.000 cañones, 130.800 aviones y 102.500 tanques y cañones autopropulsados, superando a la producción bélica alemana en cantidad y calidad.

Si tenemos en cuenta que el gobierno nazi dispuso de todos los recursos de la economía europea hasta 1944, incluyendo varios millones de trabajadores que fueron trasladados a trabajar a las fabricas de Alemania, las realizaciones de la economía soviética fueron sencillamente asombrosas. Aunque en diversas publicaciones se afirma sin pruebas documentales que la Unión Soviética recibió un inmenso apoyo militar de sus aliados.

Se trataba de frenar la influencia de la Unión Soviética y controlar los fuertes movimientos de resistencia dirigidos por los comunistas que operaban en Francia e Italia. Cuando la guerra ya estaba ganada, los problemas políticos pasaron a primer termino. La liberación de toda Europa por parte de las fuerzas armadas soviéticas habría significado un durisimo golpe para el capitalismo a escala mundial, y la burguesía inglesa y estadounidense estaban dispuestas a impedirlo. De acuerdo con esta estrategia, el ejercito norteamericano ocupo Europa occidental, mientras los soviéticos liberaban Europa oriental y llegaban a Berlín.

A la hora de efectuar un balance de la guerra, las cifras son inequívocas. La Historia es una ciencia y como tal, trabaja con datos estadísticos que permiten un análisis objetivo de los acontecimientos históricos. Y estos datos demuestran sin ningún genero de dudas que el nazismo fue derrotado por la Unión Soviética. El ejercito alemán perdió el 75% de su artillería, aviación y carros de combate en el frente soviético, así como 607 divisiones, mientras que en los demás teatros de operaciones perdió 176 divisiones. Las fuerzas armadas alemanas se desangraron en el frente ruso. Pero esta victoria se logro a costa de un inmenso sacrificio. El coste humano de la URSS fue gigantesco: 27 millones de muertos, de los cuales 18 millones fueron civiles. Los nazis destruyeron 1.700 ciudades, 70.000 aldeas, 32.000 empresas industriales y 65.000 kilómetros de ferrocarril.

En apenas cincuenta años la gran Rusia tuvo que soportar cinco conflictos de extrema gravedad y que supusieron para este país un importantísimo destrozo humano y económico (Guerra Japón -Rusia de 1904, I Guerra Mundial de 1914, Revolución de 1917, guerra civil de 1918 y La Gran Guerra Patria 1941)


Si hay que señalar una batalla como imprescindible para entender el resultado de la guerra, esta fue la Batalla de Stalingrado, supuso el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial.


Tras un inicio de guerra triunfante para las hordas nazis con la Operación Barbarroja, Rusia pasó a la ofensiva contra las fuerzas del Eje La Alemania nazi logró incursionarse hasta Stalingrado con su maquinaria de guerra impresionante, sus carros de combate, su Wehrmacht.  A menudo se suele menospreciar el sacrificio del Ejército Rojo en los campos de batalla para derrotar al nazismo, intentando crear un espejismo de que fueron los ejércitos occidentales quienes lograron derrotar a la Alemania nazi, pero la verdad de tanta propaganda fue bien diferente.

La URSS fue el país combatiente que soportó casi el 80% del ataque de los países del Eje en Europa, por lo que la victoria en la batalla de Stalingrado y la consiguiente contraofensiva significaron el comienzo del desmoronamiento de la máquina bélica alemana. Con el Alzando de la bandera sobre el Reichstag el 2 de mayo de 1945 se acababa la agresión fascista en Europa, terminaba una guerra de nuevo en suelo europeo por las ambiciones de unos asesinos fascistas deseosos de dominar Europa y el mundo bajo la bota militar.



El Declinar y desaparición de la URSS.-


Después de Stalin llegaría Nikita Jrushchov, tras este Leonid Brézhnev y después Yuri Andrópov, Konstantín Chernenko, posteriormente aunque ya poco iba quedando de la Revolución, Mijaíl Gorbachov el que le dio la estocada final y finalmente el depravado Borís Yeltsin.

Un hecho que marco el fin de la URSS y su actual paso a convertirse en una más sociedad capitalista fue el referéndum para la conservación de la URSS.

Se celebró el 17 de marzo de 1991, votando la mayoría del pueblo por la conservación de la Unión Soviética en nueve de las quince Repúblicas. El referéndum preparado por Gorbachov apenas le ayudó en su carrera y si supuso un gravísimo error de proporciones históricas.

Un nuevo tratado fue perfilado y acordado por ocho Repúblicas que preferían convertir la Unión Soviética en una federación mucho más flexible. La firma del tratado, sin embargo, fue interrumpida por el intento de golpe de estado de agosto de 1991.

Un grupo de miembros del Gobierno de la Unión Soviética con la intención de paralizar las reformas (Perestroika y Glasnost) de Gorbachov y asegurar el control central del gobierno sobre las Repúblicas, depusieron al Presidente y brevemente tomaron el poder. Después del golpe fallido, Yeltsin atesoró más poder avanzando hacia la desintegración de Rusia y las políticas neoliberales.

Agosto de 1991, Letonia y Estonia declararon inmediatamente la restauración de la independencia plena (siguiendo el ejemplo de Lituania en 1990), el resto de 12 Repúblicas federadas aun en Rusia proseguían sus negociaciones para resolver su futuro e independizarse si así se decidiese, acabando con más de 75 años de glorioso desarrollo de un sistema que enfrentó al capitalismo, su modo de explotación productivo y las relaciones sociales conocidas hasta ese momento.

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